Toda la pasión con la que iniciamos una relación se va disipando con el tiempo, abocándonos a una sensualidad rutinaria y/o aburrida. Como parejas, necesitamos reinventarnos sexualmente para no caer en esa monotonía. Por ello y para lograr que los encuentros siempre sean divertidos y satisfactorios, requerimos de mucha creatividad erótica. ¿Sabéis desarrollar vuestro potencial creativo?
¿Qué es la creatividad?
La creatividad es la capacidad que tiene una persona de recrear, imaginar, inventar y exteriorizar sus deseos sexuales o fantasías, de crearlas y llevarlas a cabo. Pero en el día a día, el trabajo y el estrés, sotierran esa imaginación y esa creatividad. Por ello, se hace indispensable reactivarlas. Sabemos que el cerebro es el órgano sexual más importante, así que tenemos que centrarnos en él y alimentarlo. Pero, ¿cómo podemos activar nuestra creatividad erótica? Existen múltiples alternativas, pero en este artículo vamos a hablar de aquellas que, una vez sean cultivadas, nos servirán de verdaderas herramientas para los placeres venideros.
La lectura es el mejor afrodisiaco
La lectura de novelas, poemas y relatos eróticos tienen el poder de activarnos sexualmente porque nos sitúan en escenarios deseables, despertando nuestra libido: nos excitan y alimentan la sensualidad perdida a través del anhelo de recrearlas (¡o revivirlas!). Si no fuera así, la trilogía de 50 sombras no habría tenido éxito alguno. Solo tenemos que fijarnos en la cantidad de parejas que han dado un pequeño giro sado, atándose y azotándose, en roles de sumisión-dominación, entre otras muchas experiencias que la lectura de otras historias eróticas nos puede descubrir.
¡Ponedle un libro al sexo y veréis cómo se enciende la imaginación! Y, si tenéis más osadía (o tendencias narcisistas) escribid un diario con vuestros deseos e historias reales. Apuntad en una agenda los encuentros más fascinantes que hayáis tenido, e incluir aquellas cosas que os gustaría hacer en los próximos encuentros. Leedlo de vez en cuando y agregadle cada fantasía que surja; os sorprenderéis del funcionamiento la mente, y de la cantidad de excitantes ideas que desearéis convertir en realidad.
Juegos eróticos
Otra actividad que pone a mil el ingenio (y lo que no es el ingenio) son los juegos de pareja. Jugar no es solo para niños, también lo es para adultos; y si lo que queremos es divertirnos, la alegría y el juego son una dupla perfecta, ya que tienen por objetivo despertar la imaginación, conocer más en profundo el propio cuerpo y el de nuestra pareja, así como sus deseos.
Vamos a jugar a… «El elixir»
Solo debéis seleccionar tres o más sustancias líquidas de sabores que os gusten (miel, chocolate, almíbar etc.); untad un poco sobre vuestros labios y besad a vuestro compañer@; si adivina os da una recompensa (¿sexo oral?); si falla, tiene un castigo (¿azotes?). También podéis variar untando un poco de la sustancia que escogierais sobre ciertas partes del cuerpo y pedir que, con venda en los ojos, las encuentre con la lengua.
En este caso, el juego erótico se centra en potenciar el gusto, a través de la privación temporal de la visión. Y es que, sean simples o complejos, los juegos sexuales siempre buscan entender las reacciones de nuestras parejas por medio de la exaltación y restricción de uno o varios sentidos.
La sensualidad de la lencería
Tampoco podemos dejar de lado la lencería sexy. Algunas mujeres podrán pensar que es algo machista, pero no se puede negar que es un recurso ancestral con un poder visual de excitación tal, que no solo encandila a quien observa, sino a quien es observada. Si queréis generar reacciones enloquecedoras, una atrevida pieza de encaje ajustada al cuerpo puede ser definitivamente rompedora. Los negros, rojos y blancos son sumamente sensuales ya que infunden el misterio, la pasión y la pureza, respectivamente. ¿Notáis el morbo?
Incluso existen estudios que ponen en relación el color de las prendas íntimas con la velocidad en la consecución del orgasmo. Uno de ellos señalaba al color rojo por ser aquel que psicológicamente se asocia con la lujuria y la pasión. De cualquier modo, queda a nuestro entero gusto y disposición; desde los clásicos ligueros y body negros hasta los baby dolls donde las transparencias, encajes y sutileza de detalles nos pueden lucir divinas y hacernos sentir como las diosas que somos.
Pero, no sólo se trata de lucir, sino de hacernos lucir. Preparad un baile con movimientos sensuales y música suave, y haced un striptease; jugad o dejad que jueguen haciendo fotografías, seducid a vuestras parejas y permitid que otros roles surjan espontáneamente en el juego (¡no tenemos que hacerlo todo nosotras!).
Juguetes sexuales
Los aliados por excelencia de la creatividad erótica son los juguetes sexuales. Si de romper rutinas se trata, disponéis de una inmensa variedad. Pero, los ideales para la pareja son aquellos donde ambos puedan disfrutar del placer de usarlo. Existen masajeadores con mando a distancia donde podéis divertiros mucho… ¡enviando señales de placer desde donde os encontréis! Incluso podéis utilizarlos una noche en una velada para dos, o durante la preparación de la cena (os aseguro que no llegaréis al postre).
La diversión y la pasión expresadas en vuestros encuentros dependerán de lo atrevid@s que seáis: activad la imaginación y comenzad a vivir al máximo el placer, para no caer en la monotonía y en los –indeseables– encuentros predecibles y aburridos. Así que, entrad en acción pues no hay límites a la hora de gozar.
¡Disfrutad orgásmicamente potenciando vuestra creatividad erótica!