Follando en la oficina

Sexo en la oficina: razones, modos, lugares y personas

Hay gente que es adicta al trabajo, y hay gente que solo quiere ir a la oficina para darse un revolcón. Hay gente que no se atreve a enamorarse de sus colegas de profesión y, otros, adictos al Pokémon Go, que acaban cazando con el móvil un pasional encuentro en el despacho de una oficina. Todo el mundo conoce historias (¡o las ha vivido!) de sexo en el trabajo. Es más, te puedo asegurar que muchas parejas nacieron (y algunos matrimonios se rompieron) durante la jornada laboral. Y es que deseamos lo que vemos a diario, queremos lo que tenemos más próximo. ¿Quién no ha soñado con echar un kiki con el compañero sobre la fotocopiadora o montárselo con la jefa en plan BDSM encima de su escritorio?

Follando en la oficina

Las fantasías son el pan de cada día, sobre todo cuando no apetece dar el callo. Pero ¡cuidado!, esto no es tan sencillo como cuando lo ves en películas x (sí, hay websites dedicadas exclusivamente a guiones pornográficos que versan sobre el tema; y no, al final no se casan). En ellas, todo está preparado para que se sucedan cada una de nuestras ensoñaciones, desde las más light a las más pervertidas.

Como te decía, en la vida real no es tan simple como en una peli porno, y es que antes de tener sexo en la oficina (o con algún empleado, jefa y/o cliente), tienes que saber el porqué, el cómo, el dónde y –aún más importante– con quién. Y yo te lo voy a contar todo con datos reales.

Razones: ¿Por qué tener sexo en la oficina?

Somos animales sociales. Nuestra sociedad ha creado el trabajo remunerado como mayoritaria y necesaria forma de vida y, con él, los horarios que atan a nuestros instintos, los cuales no entienden que los sometas a ese estricto comportamiento. Por decirlo de otro modo: tus calentones no pueden ser regulados por el Estatuto de los Trabajadores.

Las estadísticas

Comencemos por la evidencia: en febrero de 2013, el portal Glassdoor realizó una encuesta entre 1.000 usuarios de la que se extrajo, entre otras, que más de la mitad de los participantes estaban de acuerdo con que existieran relaciones entre compañeros de trabajo; y que un tercio de los encuestados, reconocía haberlas tenido.

Meses después, en el mismo año, Business Insider iba un poco más allá: lanzaba una encuesta a sus usuarios con una batería de preguntas más amplia y mejor diseñada. Participaron más de 2.000 y los resultados fueron aún más sorprendentes: casi el 85% expresó que las relaciones entre compañeros deberían estar permitidas; más del 60% lo percibía como algo bueno; y ¡más del 90% reconocía haber sentido atracción hacia sus compañeros!

Las horas

Ni siquiera nos paramos a pensarlo pero, si tenemos suerte, trabajamos ocho horas al día. Es decir que, cuanto menos, pasamos un tercio del tiempo de lunes a viernes con nuestros colegas de profesión. Generamos afinidades u odios con ellos y con ellas y, por ende, tanto unos como otros sentimientos pueden desembocar en affaires laborales. Ya sabes, es que somos igualitos o es que la odio tanto que no puedo dejar de pensar en ella, entre otras clásicas disculpas. ¿Es tan raro generar estos sentimientos?

Lo prohibido

Además, de por medio está el veneno de lo prohibido. A la oficina se viene a trabajar, que no se enteren las jefas o jefes de lo contrario. Las normas se han puesto para algo… (sobre todo, ¡para incumplirlas! Es lo que tiene nuestra animalidad, no le des más vueltas).

Lo más prohibido

Y en el cénit de lo moralmente reprobable, y al tiempo, instintivamente atractivo, encontramos las relaciones entre mánagers y empleados, o simplemente, entre colegas de profesión que ya tienen parejas.

Los modos del sexo en horario laboral

La principal forma de tener sexo en la oficina es fantaseando. Normalmente, no se pasa de ahí bien por esas restricciones éticas (por aquello de donde tengas la olla, no metas…) o bien porque puede más la relación en la que estemos inmersos. Y cuando el flirteo se materializa, raras son las veces en que se convierte en algo permanente. Eso sí, tanto si es para siempre como si solo va a durar 5 minutos, te interesa saber detalles como que la ropa cómoda y fácil de desabrochar (mejor si no hay que desabrochar) son algo crucial.

Las estadísticas

Poco más de la mitad de los participantes en el sondeo de Business Insider reconocieron que habían repetido encuentros sexuales con compañeros de trabajo a lo largo de los años. Y aún más, solo el 17% afirmó que aquellos se habían cristalizado en relaciones frecuentes o permanentes.

Las horas

Si se trata únicamente de fantasías, elige cualquier momento del día en que tus jefes no vigilen, ponte una playlist con tus canciones para hacer el amor y dale rienda suelta a tu imaginación. Si, por el contrario, vas a pasar a la acción, los mejores momentos para hacerlo son bien cuando el resto de colegas han recogido sus cosas, bien cuando todos estén trabajando. Un kiki en el WC mientras tu oficina trabaja a pleno rendimiento, puede ser de lo más satisfactorio…

Lo prohibido

Hasta lo más antirreglamentario tiene sus propias normas. No hace falta que te diga que si tienes pareja y tu compañer@ solo representa una especie de reto sexual, lo mejor es que vayas al servicio y lo soluciones a solas. No merece la pena perder dos relaciones, de amor y de amistad, por un escarceo pasional.

Un breve apunte sobre las fiestas de empresa: hay que ser inteligente, todo el mundo está ojo avizor. No creas ni por un instante en que no se han dado cuenta de tus sentimientos. Mantente a distancias prudenciales y abandonad el banquete en momentos distintos, con  excusas diferentes. Y si el calor aprieta, mejor citarse en el pub de otro barrio…

Lo más prohibido

Ahora bien, si os conocéis desde hace años y realmente estáis enamorados, y si, en verdad, crees que vuestra aventura puede concretarse, entonces puede que sea el momento de saltarse la norma. Lo único que te pido es que no lo hagas delante de personas que te puedan grabar…

Los lugares para tener sexo en la oficina

La elección del lugar es de lo más importante. Sin embargo, la cuestión es ¿elijo el sitio de mis fantasías o el lugar correcto para que no me pillen?

Las estadísticas

No en vano, la mitad de los encuestados por B.I. no tuvieron la relación sexual en el mismo centro de trabajo. Por ello, he acudido a otras encuestas que versan sobre sitios dentro de la oficina , aunque, como verás a continuación, no son muy fiables.

Sexo en el trabajo

Según este infográfico, al parecer, divulgado por el portal británico EliteSingles, el mapa de propósitos románticos en la oficina, según sexos, quedaría dividido de la siguiente forma:

Las fantasías sexuales femeninas
Sala de conferencias: 24%
Despacho/pupitre: 20%
Almacén: 13%
Ascensor: 11%
WC: 10%
Fotocopiadora: 2%
Cocina/cafetería: 1%

Si te fijas, en total suman un 81%. Un poco extraño, ¿no?

Las fantasías sexuales masculinas
Almacén: 37%
Despacho/pupitre: 34%
Sala de conferencias: 29%
WC: 20%
Ascensor: 17%
Fotocopiadora: 14%
Cocina/cafetería: 14%
Espacio para fumadores: 10%

En total, 175%. Esto solo es posible si existe multirrespuesta pero, entonces, ¿cómo se explica el 81% de las mujeres?

Las posturas sexuales

En realidad, hacerlo en unos u otros lugares es más una cuestión de posturas. No hacen falta datos, simplemente piensa en esa persona que te pone; la siguiente imagen que cruza tu cabeza es la postura sexual en la que lo estáis haciendo; y, después, igual tu mente encuentra un escenario laboral que avive más ese deseo. Así que, mi consejo es que pienses la postura en la que quieres hacerlo y le busques un sitio en el trabajo. ¿Deseas penetraciones profundas? Quizás, la sala de conferencias, tu pupitre o el WC sean los sitios apropiados. ¿Eres un macho dominante? La fotocopiadora o el ascensor pueden convertirse en tus aliados, siempre y cuando no haya cámaras de vigilancia o sea un lugar de paso muy concurrido.

Las personas

¿Elegimos nuestros romances o nuestros amantes nos eligen a nosotros?

Las estadísticas

Hay dos datos muy curiosos sobre la encuesta de B.I. El primero es el que compara las respuestas a las preguntas «¿Algún compañer@ de trabajo ha intentado ligar contigo?» y «¿Has intentado ligar con algún compañer@?» En el primer caso, casi tres cuartas partes dicen que han sido el objetivo sexual de alguien de su oficina, mientras que un 10% menos reconoce haber intentado beneficiarse a algún colega de profesión.

Esta diferencia se me antoja consecuencia de esas cortapisas morales que nos afectan, hasta cuando respondemos a un sondeo en privado. Siguiendo con los datos, solo el 13,68% reconocía haber tenido sexo con el jefe o la jefa, mientras que cuando se les preguntaba a los mandamases, el porcentaje ascendía por encima del 35%.

¿Con quién debo tener sexo en la oficina?

Con tod@s los que quieras.

¿Me he vuelto loca? No, simplemente usa el sentido común y evalúa bien tus emociones. Si la persona que te gusta y/o tú tenéis una relación de pareja estable, probablemente lo mejor sea acostarte con ella en sueños. Y ya sabes que esos sueños pueden tener un plácido final físico; masturbarse es de lo más sano.

De otro lado, si ambos os encontráis en una situación sentimental sin compromisos, no deberías tener impedimentos. A mucha gente le echa atrás el mero hecho de ser compañeros, o aún peor, la existencia de una relación profesional de subordinación. En cualquiera de los casos, te recomendaría que abras el espacio que toda relación romántica requiere. Y que disfrutes de las fantasías y del sexo sobre fotocopiadoras o en cualquier otro sitio porque el dato más importante es que:

“El 90% dijo sentirse feliz después de haberlo consumado.”

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