Kamasutra en imágenes reales

¡Esto no es Esparta! o tres posturas para disfrutar de un griego sublime

El porno es un pésimo ejemplo de cómo practicar sexo anal (sexo en general, la verdad). La ficción cinematográfica muestra penetraciones rudas sin lubricante adecuado, posturas agresivas y, lo peor de todo, sin dilatación previa, aunque en la mayoría de los casos se realice fuera de plano.  Si quieres disfrutar de un buen sexo anal, pausado, intenso, satisfactorio y erótico, este es tu artículo. Coge un bote de lubricante, empezamos.

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Kamasutra en imágenes reales

3 posturas para un anal suave pero intenso

Recibir sexo anal como mujer es muy placentero por motivos físicos y psicológicos. Físicos, porque el ano tiene terminaciones nerviosas que, si se estimulan adecuadamente, pueden conducirnos a un orgasmo intenso. Psicológicos porque, por un lado, tiene una connotación de sumisión muy marcada y por otra, como explica el psicoanálisis, el hecho de que se considere tabú aumenta la excitación.

Obviamente también es placentero para el hombre: físicamente, porque el ano es más estrecho y siente una fuerte estimulación en el pene; y psicológicamente, por las mismas connotaciones de sumisión y tabú social.

Pero, por otro lado, si no se practica adecuadamente, el sexo griego puede causar un dolor traumático que ni la batalla de las Termópilas. Es imprescindible dilatar previamente la zona con masturbación, un beso negro o un plug anal o mejor con las tres a la vez (¡¿para qué conformarnos con una cosa pudiendo tenerlas todas!?). Y usar lubricante, litros de lubricante.

Si eres de esas personas que adoran el sexo tántrico o simplemente te gusta follar despacio, disfrutando del momento, una postura sexual correcta es imprescindible. ¿Y cuáles son las más elegantes, glamurosas, ideales para ello, según la humilde opinión de la que os escribe, yo, Brenda B. Lennox? Pues las posturas derivadas del yoga.

Tengo un amigo profesor de yoga que, si me lee, se tirará de los pelos de la barba. «¿Cómo te atreves a mancillar una disciplina milenaria cuya esencia es blablabla?». Perdóname, cariño, verte practicarla es motivo suficiente para desear que me hagas un griego en mitad de la clase. ¡Vamos allá!

Variante de la postura Balasana

Esta es una de las posturas más sencillas en Yoga y sus beneficios son… espera, que estamos hablando de follar.

Posturas sexuales

Esta variante no solo es una postura muy cómoda para ti, es tremendamente excitante para él, porque manifiesta una sumisión total. Para disfrutar de un buen sexo anal, arrodíllate, siéntate sobre las pantorrillas y estira muy despacio la espalda y los brazos hacia adelante. Luego, separa las rodillas. Si tienes dificultad para sentarte sobre las pantorrillas, separa las rodillas para que el abdomen quede entre los muslos y junta los dedos gordos de los pies.

Variante de Sasangasana o postura del conejo

Sí, lo sé, esta postura pide a gritos un anal sin pasar por la casilla de salida… Pero hazme caso, respira hondo, tómatelo con calma y saborea el momento, mientras la observas colocarse en esta posición del modo en que explico más abajo…

Posturas sexuales

Siéntate sobre los talones, relaja los hombros, inclínate lentamente hasta llevar el mentón cerca del pecho y posa las manos sobre los muslos que deberán estar verticales. Expira y eleva el culo mientras te inclinas hacia adelante hasta que tu cabeza descanse sobre el suelo. Gírala con suavidad y apoya el peso de tu cuerpo en tu hombro izquierdo, el codo derecho y las rodillas. Esta postura también revela sumisión, pero no tan marcada, porque al tener la cabeza girada puedes mirarle a los ojos mientras te sodomiza.

Variante de la Postura de la Cuchara

Lo sé, esta postura no proviene del yoga, pero es una de las más sensuales y delicadas para el sexo anal.

Posturas sexuales

Permite una penetración poco profunda, intimidad y relajación total del cuerpo, así como caricias en los pechos, vientre y vulva. Túmbate de lado con las piernas extendidas en postura fetal. Incorpórate el torso lentamente y apoya el peso del cuerpo en tu codo izquierdo. Mantén la pierna izquierda apoyada en la cama mientras él se coloca detrás de ti, sujeta y eleva tu pierna derecha, y te penetra.

Consejos finales

No hace falta que te diga que con el anal también puedes contraer Infecciones de Transmisión Sexual, ¿verdad? Si no es tu pareja estable, usa un preservativo. Escoge uno indicado para la penetración anal, son más resistentes que los convencionales.

Recuerda que debes aplicar una buena dosis de lubricante para facilitar la penetración.

No penetres la vagina después de penetrar el ano. La flora vaginal es muy sensible a las infecciones.

Y por último, pero no menos importante: estas posturas requieren cierta elasticidad y suavidad. Jamás, JAMÁS, fuerces tu cuerpo; adáptalas hasta que estés cómoda y relajada; y jamás, JAMÁS, fuerces el suyo cuando estás penetrándola. Como ya te he dicho, son para sexo anal suave y delicado. Si estás incómoda, para. Si está incómoda, para. Recuerda: sexo sano, consensuado y seguro. ¡Esto no es Esparta!

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